Descripción
BrainBox: Érase una vez, diseñado para que juegues con tus familiares, te ayudará a mejorar tus habilidades de observación y memoria. Esta edición del juego sobre cuentos de hadas presenta los personajes y las escenas entrañables en 55 cartas de juego con 330 preguntas individuales. Desde Aladdín hasta Pocahontas y El mago de Oz, este juego familiar contiene ilustraciones dibujadas a mano que dan vida a cada carta. Pueden jugar 1 o más niños. Tiempo aproximado de juego 10 minutos
Contenido
55 cartas, 1 carta de reglamento, 1 reloj de arena y 1 dado
Recomendaciones
: Para Personas mayores de 8 años.Los juegos de mesa para niños y niñas ayudan en su educación y desarrollo. Los beneficios que aportan son múltiples, entre ellos:
Ayudan al desarrollo de sus capacidades motoras, mentales y sensoriales.
Desarrollan la concentración, la memoria, la observación y la imaginación.
Muestran cómo resolver problemas, elaborar estrategias y tomar decisiones.
Enseñan a cumplir las normas de convivencia.
Favorecen la socialización y refuerzan los vínculos afectivos.
Aumentan su nivel de tolerancia a la frustración y les enseñan a controlar su impaciencia.
Descubren la importancia del esfuerzo y del trabajo en equipo.
Mejoran su autoestima y la confianza en los compañeros y compañeras.
Dependiendo de la edad, enseñan los números, a contar, vocabulario, a asociar ideas o conceptos, etc.
Detalles del juego
¿Qué puedes ver en 10 segundos? Intenta memorizar las imágenes de tu carta en 10 segundos. A continuación, tendrás que responder a una pregunta sobre la carta que has visto. El objetivo del juego es estudiar una carta durante 10 segundos y luego responder una pregunta basada en el lanzamiento de un dado. Si la pregunta se responde correctamente, la tarjeta se conserva y la persona con la mayor cantidad de tarjetas después de 5 o 10 minutos es la ganadora. Fabricada con un mínimo de 70% de material reciclado y diseñada en el Reino Unido, la gama BrainBox es fabulosamente divertida. Averigüe quién es BrainBox en su familia, ¡puede que no sea quién cree que es!